Decálogo estoico para el control mental del opositor
¿Utilizas todo tu poder emocional y mental, y lo enfocas correctamente para que te ayude en la consecución de tu objetivo?
¿Dominas tu mente o es ella la que te domina? ¿Sabías que la gestión mental y emocional en una oposición es tan importante como la memorización o la creación de estrategias ganadoras?
¿Sabías que la filosofía estoica puede aportar ideas determinantes a este respecto?
A lo largo de las siguientes líneas se tratará de dar respuesta a estas y otras cuestiones.
Palabras clave: oposiciones, estoicismo, gestión emocional, rendimiento, control mental.
Tabla de contenidos |
1 – Decálogo del opositor |
2 – ¿Papel o acción, esta es la cuestión? |
El estoicismo, una filosofía del siglo III a.C., propone una forma de afrontar la vida, que se puede extrapolar en parte a la preparación de las oposiciones y que está basada en el control eficaz de la mente y de las emociones. No en vano, la psicología actual coge fuertes influencias de esta filosofía.
Cuando te presentas a una oposición con el primero que compites es contigo mismo a nivel mental y emocional. Es por ello que debes conocer tu mente y cómo acontecen las emociones, para ser capaz de gestionar con éxito multitud de situaciones que sucederán durante tu proceso de preparación de las oposiciones.
Decálogo del opositor
A continuación, desde EFOS+FORMACIÓN, te presentamos un decálogo de ideas extraído de la filosofía estoica, que esperamos sirva de ayuda en tu preparación:
1. Crecimiento personal: empieza la aventura. Entiende la preparación de oposiciones como una fase de crecimiento personal, una aventura donde tendrás que aprender a gestionar tus emociones a lo largo del camino y convertirte en un auténtico opositor resiliente, para superar los desafíos que te encuentres. No es sufrir es crecer, y aprender a gestionar emociones y pensamientos para dirigirlos en la dirección correcta. Por ejemplo, los estoicos utilizaban una técnica que nos podría ayudar a ser más resilientes denominada “praemeditatio malorum”, que consiste en visualizar aquello que tememos. Por ejemplo, piensa en qué es lo peor que podría pasar si suspendieras. Contemplar y reflexionar sobre estas consecuencias de vez en cuando hace que cuentes con la posibilidad de fracasar y que golpee con menos fuerza si algún día llega. Nuestra ansiedad ante la incertidumbre se reduce si estamos preparados para los peores escenarios. Lucharemos para conseguir lo mejor siempre, pero a su vez estamos preparados para lo peor.
2. Entrena tu lenguaje positivo: es el motor del cambio y crecimiento personal. Resulta primordial durante este proceso mantener una actitud motivadora y constructiva. Y el lenguaje que mantenemos con nosotros mismos es clave. Comunicarnos en el día a día con nosotros mismos a través de palabras cargadas de vitalidad significa gestionar la atención que le dedicamos a lo que decimos. Cuidando nuestro lenguaje interior ganaremos en inteligencia y calidad emocional, además de haber invertido en calidad de vida. En este sentido, hay algunas estrategias que puedes usar:
- Cuando te sientes a estudiar por las mañanas, dedícate unas palabras: “hoy voy a rendir, voy a avanzar bastante”, “yo puedo con este tema”.
- Y haz lo mismo cuando termine tu jornada de estudio: “hoy he avanzado mucho, estoy satisfecho”, “estoy orgulloso de todo lo que me he esforzado hoy”.
- Además, podemos colocar post-it por nuestra habitación de estudio en los que nos dediquemos palabras de ánimo y frases motivadoras.
No subestimes la importancia de hablarte bien y con cariño. Háblate como hablarías a un niño o a alguien que quieres. Los pensamientos que tenemos producen un efecto en nuestras emociones. ¿No os ha pasado alguna vez que os sentís molestos y no sabéis por qué? Entonces caemos en la cuenta de que un pensamiento negativo cruzó nuestra mente. En definitiva, si pensamos en positivo, sentiremos en positivo.
“El primer reto debería ser regar el jardín de la mente a través de la repetición de mensajes positivos que empiecen a interiorizarse y formar parte del subconsciente, que es el que gobierna nuestra vida” (Aprendiendo de los mejores, de Fco. Alcaide, Alienta editorial)
Más info en la siguiente entrada: https://efosmasformacion.es/un-ingrediente-clave-para-la-preparacion-de-las-oposiciones-el-auto-lenguaje-positivo/
3. ¿Aceptas el desafío de convertirte en un opositor disciplinado? Una de las cuatro grandes virtudes de los estoicos es la disciplina, dentro de la cual estarían el autocontrol y la fuerza de voluntad. Dominarnos a nosotros mismos y superar emociones como la pereza, el aburrimiento o el desánimo en relación al momento de estudio nos da libertad para poder conseguir lo que queremos a largo plazo: aprobar la oposición. ¿Y cómo podemos poner en práctica la disciplina? Estudiando a pesar de nuestras emociones. Por ejemplo, si estás perezoso o desanimado, estudias a pesar de ello. Las emociones fluctúan cuando actuamos y aunque empieces a estudiar desmotivado, tu emoción irá cambiando con el transcurso del día. Y cuando acabe tu día, siéntete orgulloso por haber superado el obstáculo de tus emociones negativas.
4. Un principio sabio estoico: preocúpate de lo que depende de ti.
Por ejemplo, tu esfuerzo, actitud, trabajo, constancia, etc. y no gastes energía en preocuparte de aspectos que dependen de factores externos, como el tema que salga en el sorteo o el supuesto que pongan, la hora del día que te toque exponer, etc. Y, sobre todo, no pienses en el resultado final de tus exámenes porque no depende exclusivamente de ti y es lejano; en su lugar, presta atención a tus objetivos diarios, que sí dependen de ti. No hay nada más estresante que autoimponerte el conseguir una plaza. Séneca decía: “Cruzaré el océano, si nadie me lo impide”.
Un pequeño truco para tu día a día es hacerte una sencilla pregunta. Cuando estés preocupado por algo, cuestiónate: ¿puedo hacer algo para solucionarlo? Si es así, hazlo y deja de preocuparte. Por ejemplo, si estás angustiado porque crees que no te va a salir un tema que lleves preparado, pregúntate: ¿puedo hacer algo para solucionarlo? Lo único que puedo hacer es centrar mi atención y esfuerzo en intentar llevar el máximo número de temas estudiados, dadas mis circunstancias.
5. Pensamiento de calidad: disfruta ahora y después. Aprovecha el proceso de preparación para empezar a disfrutar, no esperes a conseguir tu objetivo. Si estás en el camino, llegarás a tu destino tarde o temprano. Aunque te encuentres piedras durante el recorrido, sigue con entereza e ilusión, llegarás…
Por cierto, ¿sabías que cuando saques la plaza disfrutarás solo un tiempo (semanas, meses)? Por ello, disfruta el proceso ahora y después también.
Para ello, además de felicitarte a ti mismo a diario como ya hemos comentado, al final de la semana reflexiona sobre todo lo que has avanzado, sobre aquellas temáticas que dominas, sobre aquellas pruebas que te han salido bien. Y ofrécete recompensas ante los pequeños logros. ¡Te lo mereces! En relación a este aspecto, llega el siguiente:
6. ¡Celebra tus logros, aunque sean pequeños! Las recompensas a corto, medio y largo plazo son fuente de energía y motivación. Planifica tu recompensa cuando llegues a estudiarte 5 temas, cuando hagas tu primer simulacro de supuestos o de exposición oral, cuando hagas meditación 5 días consecutivos, cuando uses el método Pomodoro durante una semana completa, etc. Esta idea también está relacionada con la siguiente:
7. Foco de atención: la gratitud sin conformismo. Valora y disfruta lo que avanzas al final de cada día de estudio. Si diriges tu atención a lo que te falta por estudiar, te sentirás mal. Sin embargo, si la diriges hacia lo que ya has conseguido avanzar te sentirás bien. En todo caso, no se trata de conformarte con lo que has logrado, sino de valorar lo que has conseguido mientras persigues nuevos avances.
Además, reflexiona de vez en cuando y sé agradecido por todas las circunstancias que te están permitiendo estudiar. Por toda la gente que te apoya, por toda la ayuda que te prestan. Y también agradécete los esfuerzos que has llevado a cabo para poder dedicarte a perseguir tu objetivo.
8. Aléjate de personas tóxicas: será todo más fácil. Nos referimos a aquellas personas que consciente o inconscientemente mantienen una actitud o pensamiento negativo, no creen en aquello por lo que estás luchando, y te roban la energía y la positividad. Personas que te “regalan” comentarios del tipo: “¡no pierdas el tiempo en esto, hay cientos de opositores que te llevan varias convocatorias de ventaja!
En cualquier caso, si tenemos que rodearnos de estas personas obligatoriamente, podemos utilizar una técnica conocida en psicología como “banco de niebla”. Mediante esta técnica se da en parte la razón a la persona tóxica, pero sin perder el punto de vista propio y sin dejarnos llevar por emociones negativas. Ante el comentario: “es muy difícil que apruebes. ¿Por qué no haces otra cosa?”, podemos contestar: “Estoy de acuerdo en que es difícil aprobar, pero yo lo voy a conseguir antes o después”. O si te dicen: “Dedicas demasiadas horas a estudiar. Casi no ves a tu familia”, replicaremos: “Tienes razón en que el proceso de oposición es muy sacrificado, pero es temporal y el objetivo merece la pena”. Al final se trata de levantar un muro para que no minen nuestra motivación.
¡Quien no aporte, que se aparte!
Más info en la siguiente entrada: https://efosmasformacion.es/opositor-vitamina-u-opositor-toxico/
9. Desarrolla valentía cuando las cosas no vayan bien. Epicteto decía: “No desarrollas valentía cuando todo va bien, sino cuando sobrevives momentos difíciles y desafías a la adversidad”. Sin lugar a duda, momentos difíciles llegarán: puedes suspender un simulacro de examen, la sensación de olvido te puede atacar, dificultades personales pueden acontecer durante el proceso, etc.
10. Abraza tu destino y reconcíliate con el fracaso, si fuera necesario. Si el resultado final de las oposiciones no es el que esperabas, saca renta de la experiencia. Lo ideal es aceptarlo ya que no todo depende de ti. Aprecia la satisfacción de haber dado tu mejor versión durante el proceso y anota los posibles errores y aspectos a mejorar. No debemos olvidar que competimos con nosotros mismos dando nuestra mejor versión y con otros opositores que también se han preparado a conciencia. Estamos quizás ante uno de los desafíos más complejos de nuestra vida. En todo caso, todo llega, y si no es ahora, será más adelante si sigues en la senda y confías en ti. ¡Ten paciencia!
Coge papel y boli, haz balance y anota los posibles errores y aspectos a mejorar. Lo primero que debemos hacer para aumentar nuestras posibilidades de éxito es ser conscientes de nuestros fallos. Así, tu siguiente año de estudio debe estar guiado por planes de acción en los que perfecciones tu estrategia de estudio en base a un trabajo de análisis retrospectivo.
¿Papel o acción, esta es la cuestión?
Si estas ideas se quedan en el papel, esto habrá servido de poco, y tendrá escasa o nula incidencia en tu vida como opositor. Pasa de la teoría a la práctica. Coloca a la vista estas ideas, y empieza a ponerlas en práctica. Cuando una preocupación, problema o pensamiento desequilibrante te asalte, enfréntate a él con estos recursos. Son ideas elementales basadas en el autocontrol, en la gestión eficaz de nuestras emociones y la capacidad de afrontar los desafíos cotidianos con tranquilidad y perspectiva. Y recuerda, que son 100% aplicables a la vida en general, de hecho, se trata de una filosofía de vida. Y recuerda: ¿dominas tu mente o ella te domina?
“La calidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos”. Marco Aurelio, siglo II d.C.
La entrada de este blog se ha inspirado en diversidad de material, pero especialmente nos ha resultado de gran ayuda el libro de Marcos Vázquez titulado INVICTO. LOGRA MÁS, SUFRE MENOS.
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