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Un ingrediente clave para la preparación de oposiciones: el auto-lenguaje positivo
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Un ingrediente clave para la preparación de oposiciones: el auto-lenguaje positivo

Un ingrediente clave para la preparación de oposiciones: el auto-lenguaje positivo

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“Lo cierto es que prepararse unas oposiciones es un gran reto para mí, soy consciente de que requiere esfuerzo y tiempo. Sin embargo, voy a dar lo mejor de mí cada día para sentirme menos nervioso y más preparado el día del examen. Mi actitud durante el estudio es lo que está en mi mano y en ello enfocaré mi energía.»

Palabras clave: oposiciones, gestión emocional, autoestima, resiliencia, lenguaje positivo, programación neurolingüística.

1. Definición de lenguaje positivo

“Entrena tu lenguaje positivo: es el motor del cambio y crecimiento personal”

 

Quizás los seres humanos no nos preguntemos en nuestro día a día demasiado sobre las implicaciones que tiene el lenguaje con el que nos comunicamos; pero lo cierto es que, nuestro lenguaje no es meramente un medio de comunicación. También es un instrumento cognitivo muy poderoso que nos permite no sólo categorizar sino también crear una cierta perspectiva frente a la realidad. Cuando el lingüista, matemático y filósofo austríaco Ludwig Wittgenstein afirmó que: “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” en su famosa obra Tractatus logUnico-philosophicus en 1921, postuló que nuestro lenguaje opera sin duda como medio de aprehender el mundo y la realidad.

Lo cierto es que nuestro lenguaje tiene un carácter instrumental: pensamos en palabras y al transformarlas, también acabamos por transformar nuestro pensamiento sobre las cosas, la percepción del mundo que nos rodea y, por lo tanto, nuestra realidad inmediata. Por consiguiente, se podría afirmar que a través de la incorporación de un lenguaje positivo a nuestro vocabulario cotidiano potenciaríamos nuestros resultados, tanto personales como profesionales.

El lenguaje positivo que perseguimos incorporar a nuestra vida podría definirse siguiendo la propuesta de Luis Castellanos, Diana Yoldi y José Luis Hidalgo en su libro “La ciencia del lenguaje positivo: cómo nos cambian las palabras que elegimos” como: el “conjunto de habilidades y competencias lingüísticas que nos permiten ver, entender y comunicar los aspectos favorables de los acontecimientos y nos impulsan para que podamos hacer que la historia de nuestra vida y de la humanidad sea una buena historia”. Según estos autores, el vocabulario que elegimos tiene poder de transformación, ya que es a través de las palabras como convertimos nuestras ideas en acciones.

Esta relación causal entre nuestra intención, nuestras palabras y la realidad externa supone una de las investigaciones más interesantes en el campo de la psicología del lenguaje. Entre un sentimiento o pensamiento inicial generado por nuestra mente y la acción que lo materializa, siempre median las palabras, nuestro lenguaje como herramienta de expresar ideas, y su capacidad evocativa.

Ya en la década de los años setenta los investigadores Richard Bandler y John Grinder, siendo conscientes de la capacidad transformadora de las palabras, teorizaron en torno a la llamada programación neurolingüística (PNL) una técnica de procesar el lenguaje para cambiar tanto los pensamientos como los hábitos de una persona y así lograr una mejora física, emocional y por lo tanto profesional.  Según Bandler y Grinder, el éxito de una persona estaba determinado por un patrón de pensamiento que a través del procesamiento del lenguaje creaba conexiones neuronales óptimas para el éxito. La PNL se enfoca tanto en técnicas de comunicación verbal como no verbal para activar una amplia red de áreas cerebrales que, a través de la dopamina, nos motiven y estimulen hacía experiencias positivas y motivadoras.

2. La importancia del auto-lenguaje positivo durante el estudio de oposiciones

“El motor del éxito es decirnos a nosotros mismos: creo que puedo” (Walter Mischel)

 

El lenguaje que más impacto tiene en nuestros actos y, por lo tanto, en nuestra realidad más inmediata, es el que usamos con nosotros mismos. Nuestra habla interior o auto-diálogo nos hace soberanos de nuestra identidad, de ahí la importancia de mantener un optimismo lingüístico que nos genere una auto percepción favorable.

Tal y como exponen Luis Castellanos, Diana Yoldi y José Luis Hidalgo: “Las palabras positivas crean experiencias positivas capaces de cambiar el rumbo de nuestras emociones. Y más allá de nuestro cerebro está nuestro cuerpo, que se relaja con el impacto del lenguaje positivo. La razón que nos da la neurociencia es que, durante el procesamiento de las emociones positivas, la actividad de la amígdala disminuye, lo que contribuye a bajar el tono simpático del sistema nervioso autónomo: baja la tensión muscular, baja la tasa cardíaca y la respiración, disminuye la concentración de la hormona del estrés, etc.”

Por ello, resulta primordial durante el estudio de las oposiciones mantener una actitud motivadora y constructiva que nos permita ver más allá de nuestras limitaciones mentales y ponga el foco en la oportunidad. Por este motivo, debemos empezar cuánto antes a establecer el hábito de tomar conciencia de nuestro lenguaje para construir un vocabulario nutritivo, esto implica asumir un compromiso y una responsabilidad para con nuestras palabras. Comunicarnos en el día a día con nosotros mismos a través de palabras cargadas de vitalidad significa gestionar la atención que le dedicamos a lo que decimos. Cuidando nuestro lenguaje interior ganaremos tanto en inteligencia emocional y como consecuencia, tendremos más posibilidades de aprobar las oposiciones cuando sea nuestro momento, además de haber invertido en calidad de vida.

No obstante, cabe mencionar que durante la preparación de oposiciones es muy fácil caer en los peligros de los pensamientos obsesivos, que nos conducen a una espiral de negatividad donde no se nos permite fluir y donde nos maltratamos a nosotros mismos. Estos pensamientos intrusivos recurrentes nos cierran posibilidades, nos desaniman y nos hacen actuar de una manera incapacitante. Algunas de las frases en las que se traducen este tipo de pensamientos podrían ser:

  • ¡Ni lo intento…Es imposible!
  • ¡Estoy mal preparado…!
  • ¡Esta es la cruda realidad: hay demasiadas personas para una sola plaza!
  • ¡No voy a poder con esto…!
  • ¡Esto me viene grande!
  • ¡El día de las oposiciones seguro me quedo en blanco y tiro por la borda todo este esfuerzo!
  • ¡Mejor lo dejo!

Es bien sabido que nos estamos enfrentando a un gran reto, y es precisamente en este momento de alta exigencia que necesitamos más que nunca reforzar nuestro estado mental y consecuentemente, nuestro rendimiento. Mediante el uso de un lenguaje motivacional podremos reformular nuestro auto-diálogo y así optimizar nuestro estado emocional y visión de la situación. Algunas de estas reformulaciones se leerían así:

¡Ni lo intento…Es imposible! ¡Tengo mucho valor en intentarlo: el que la sigue la consigue!
¡Estoy mal preparado…! ¡Estoy progresando constantemente…!
¡Esta es la cruda realidad: hay demasiadas personas para tan pocas plazas! ⇒ ¡Muchas personas se presentan a estas plazas, inclusive yo!
¡No voy a poder con esto…! ¡Tengo una buena actitud ante este reto personal, con paciencia y trabajo puedo lograrlo…!
¡Esto me viene grande!  ¡Cada día estoy al pie del cañón, cada día estoy más cerca del objetivo!
¡El día de las oposiciones seguro me quedo en blanco y tiro por la borda todo este esfuerzo!  ¡El día de la prueba voy a lograr dar mi mejor versión, el resto no depende de mí!
¡Mejor lo dejo! ¡Lo intentaré lo mejor que pueda, y varias veces para intentar conseguirlo!

Este tipo de expresiones nos permiten mantener la visión en nuestro progreso y gratificarnos por nuestros logros, sin caer en la trampa del positivismo tóxico. Con positivismo tóxico nos referimos a un positivismo extremo y falso que silencia por completo nuestras emociones “negativas” en situaciones difíciles. Esta actitud es no solamente agotadora, sino igualmente desadaptativa porque no nos permite trabajar la resiliencia. No se trata de ser ingenuos y pensar que por preparar las oposiciones vamos a conseguir inmediatamente una plaza, sino enfocarnos en el proceso, mantenernos sanos física y mentalmente para poder dar lo mejor de nosotros mismos el día de la prueba. Desde EFOS+FORMACIÓN siempre aconsejamos pensar en el proceso (en prepararnos lo mejor posible), y no en el resultado (conseguir o no la plaza), animando a enfocarnos bien y disfrutar del proceso. En todo caso, lo que vemos desde la experiencia es que cuando se persiste y se aprende de los errores el objetivo al final se consigue.

3. Rutina de entrenamiento para cultivar un vocabulario nutritivo

«El sonido que más me gusta en la vida es la palabra “sí”, cualquier cosa que empiece o acabe por “sí”

(Simon Rattle, extitular de la Filarmónica de Berlín)

Es cierto que durante la preparación de oposiciones vamos a encontrarnos con momentos difíciles que nos harán dudar de nuestras posibilidades. Por este motivo, es necesario armarse de una buena dosis de valentía y determinación para crear un auto-diálogo saludable que podamos incorporar a largo plazo en nuestra vida.

Lo cierto es que podemos confiar en un entrenamiento que nos permita elegir las palabras con las que nos vamos a comunicar con nosotros mismos durante el estudio de oposiciones, y esto nos lo permite la plasticidad de nuestro maravilloso cerebro. Pero, ¿Cómo? Eligiendo palabras nuevas cargadas de energía y motivación estaremos activando nuevos circuitos cerebrales que nos permitirán fluir y mantenernos motivados.

Siguiendo la propuesta de Luis Castellanos, Diana Yoldi y José Luis Hidalgo para incorporar un autodiálogo beneficioso en nuestra vida habría que enfocarse en las siguientes etapas:

  1. Toma de conciencia lingüística, la etapa más temprana para empezar a cambiar nuestro lenguaje mediante la cual observaremos y tomaremos nota de nuestras palabras y sus efectos.
  2. Regulación lingüística, en la que elegiremos, seleccionaremos y, en caso necesario, reformularemos nuestras palabras para crear un vocabulario beneficioso.
  3. Autonomía lingüística, que nos permitiría priorizar nuestro bienestar reforzando nuestras expresiones más motivadoras de una manera decisiva.

Para alcanzar esta deseada autonomía lingüística que nos ayude a preparar oposiciones motivados, tenemos que tener en cuenta que debemos empezar a cuidar de una manera constante y holística nuestro cuerpo mediante ejercicio físico y un lenguaje corporal amable, así como nuestra mente a través de un diálogo interno positivo cargado de gratitud y prácticas tan beneficiosas como la meditación.

En 1960 el psicólogo Maxwell Maltz formuló su famosa teoría de los 21 días. Según Maltz solamente necesitaríamos unos minutos al día a la misma hora y en el mismo lugar para crear un nuevo hábito. Para que el cambio fuera perceptible sería primordial mantener la continuidad durante todos los días. En EFOS+FORMACIÓN te proponemos, a modo de ejemplo, un experimento transformador de 21 días para que lo pongas en práctica durante el estudio de oposiciones:

→Durante 21 días consecutivos escribe en un post-it una frase motivadora como las siguientes:

  • “¡Vamos a luchar este reto personal!”
  • “Cada día avanzo, mejoro y sigo aprendiendo”
  • “Me comparo solo conmigo mismo y celebro mis mejoras como opositor”
  • “Me centro en mis objetivos diarios y disfruto de mis avances, el resto no depende de mí”
  • “Muchas gracias X (nombre del opositor) por el esfuerzo contante y por dar cada día lo mejor de ti durante el estudio”
  • “Soy compasivo conmigo en los momentos difíciles”
  • “Soy una persona muy valiosa y persistente”
  • “Relájate, sonríe y disfruta del proceso”

Coloca la frase en un lugar visible en nuestro escritorio y deja que las palabras te inunden con su fuerza transformadora. No te conformes con una frase, son muchas las afirmaciones que pueden venirte bien. Aquí te mostramos una imagen autorizadas de Ángel Fernández de cómo realizó su experimento:

Pero, ¿cuál es la explicación de que este experimento funcione? Castellanos, Diana Yoldi y José Luis Hidalgo explican en su libro que cuando miramos estas frases se activan nuestras neuronas espejo, conectando con lo que ven y en la mayoría de los casos, haciendo que sintamos lo mismo que hemos reflejado en el papel. De esta manera, se genera una emoción parecida y se segregan hormonas idénticas que hacen funcionar a los mismos neurotransmisores.

Aprovecha y pon en práctica estas recomendaciones con el próximo documento que tengas que estudiar para tu examen de oposiciones. Experimentarás mucha seguridad y confianza en ti y tus aprendizajes, comprobando que has alcanzado con éxito tu proceso de apropiación del conocimiento

Tenemos dos lemas que podemos plantear a modo de conclusión:

Haz de tu pasión tu profesión.

No digo que vaya a ser fácil, pero sin duda merecerá la pena.

EFos Mas Formacion Oposiciones Educación Fisica

* A lo largo de esta entrada se han utilizado formas lingüísticas tales como alumnos, compañeros o profesores aludiendo a ambos géneros, tal y como establece la RAE. El proyecto EFOS+FORMACIÓN se distingue por ser inclusivo y respetuoso con la diversidad de identidad de género de nuestra comunidad de lectores.

 
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