Cómo trabajar los textos de estudio de una manera dinámica y eficaz en las oposiciones: análisis jerárquico
“No sé cómo lo hago, pero siempre acabo subrayando todo el texto que tengo que estudiar»
“Al principio creo que sé de qué va lo que estoy estudiando, pero a menudo, tengo que volver a leer la página para tener una idea global»
“Me cuesta mucho hacer buenas síntesis, copio prácticamente todo lo que viene en el texto de estudio, en vez de hacer verdaderos resúmenes efectivos que me ayuden a estudiar. ¡Así no puedo memorizarlo todo!»
Con mucha probabilidad, pensamientos similares a estos te han venido a tu mente preparando las oposiciones. En este artículo hablamos sobre la importancia que tiene realizar un buen análisis del texto, es decir, cómo trabajar de manera efectiva lo que debemos estudiar.
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Palabras clave: oposiciones, texto, análisis, marcado, subrayado y síntesis.
Son muchos los contenidos a estudiar y, aunque a veces empecemos bien, con buena actitud y creyendo que tenemos claro cómo debemos hacer la cosas, en numerosas ocasiones nos damos cuenta de que hemos perdido la concentración y estamos subrayando todo el texto, lo cual hace que no realicemos tampoco buenas síntesis.
Lo vamos explicar secuenciando el método en fases, tal y como se explica a continuación.
Fase 1. La prelectura o lectura previa.
Cuando comenzamos con el estudio de un tema de oposiciones, por ejemplo, deberíamos empezar el proceso con una prelectura o lectura previa. Normalmente la hacemos el día previo al que comencemos a abordar un tema para su estudio, echemos una ojeada a ese siguiente tema del que nos ocuparemos. Se trata de mirar el tema “por encima”, ver el índice, los títulos, los subtítulos, las palabras y frases destacadas, las imágenes, los cuadros resumen… De esta manera ya estaremos comenzando con el proceso de estudio ya que, al día siguiente, o los días posteriores, cuando nos dispongamos a meternos de lleno con ese tema, ya tendremos una idea general de lo que nos vamos a encontrar y esto ayuda considerablemente a asimilar la información.
Fase 2. Lecturas comprensivas.
El día que nos toque en nuestra planificación realizar el análisis de la información de un “nuevo tema”, entrecomillado porque no será nuevo del todo ya que al realizar la lectura previa / prelectura, ya tendremos una idea de lo que vamos a ver con profundad ese día, sí que comenzaremos realizando una lectura comprensiva. Esta vez leeremos con detenimiento todo el tema comprendiéndolo y haciéndonos preguntas mentales para ayudarnos a estar concentrados y atentos, del tipo “¿estoy comprendiendo lo que estoy leyendo?, ¿sabría extraer la idea general?, ¿qué sé yo de este tema? (conectar con los conocimientos previos), ¿cómo podría explicarlo con mis palabras?, ¿qué otros ejemplos podría proponer?”
Fase 3. El marcado.
Una vez hayamos realizado una buena lectura comprensiva del texto, nos dispondremos a marcarlo. Esto es, poner llaves en los márgenes de los párrafos, colocando un nombre a cada uno de ellos, el cual debe responder a la siguiente pregunta “¿de qué habla este párrafo?”. Debemos intentar poner una única palabra, aunque a veces eso es complicado; de ser así, colocar el menor número de palabras posible y, siempre, en MAYÚSCULA y en el margen izquierdo. A esta llave nombrada se le llama MARCADOR. Se suele marcar cada uno de los párrafos del texto puesto que de cada uno de ellos podremos extraer una “idea principal”. Así mismo también podemos hacer llaves que engloben a más de un marcador cuando todas ellas compartan una categoría superior. En este caso se llamaría GRAN MARCADOR, también se pone en el margen izquierdo y en mayúscula y respondería a la pregunta “¿qué categoría comparten estos marcadores? o ¿de qué me hablan estos párrafos?”.
Como podemos ir intuyendo, el marcado se hace de manera jerárquica. Otra opción que tenemos es poner MINI MARCADOR, el cual se usa en párrafos más o menos largos, colocándose esta vez en el margen derecho y utilizándose para marcar ideas aclaratorias (también se nombra con una palabra y en mayúscula) dentro de un mismo párrafo, es decir, es un marcador que concreta una información dentro de un marcador.
Tenemos varios ejemplos de cómo podría hacerse el marcado en las siguientes imágenes:
Ejemplo de MARCADOR:
¿Podría usarse a modo de MARCADOR PRINCIPAL un dibujo en lugar de una palabra? Sí, es una buena opción también.
Ejemplo de MARCADOR, GRAN MARCADOR Y MINI MARCADOR:
Que los marcadores se tengan que escribir en mayúsculas no es una preferencia sin más, la memoria fotográfica también está trabajando y a la hora de recordar cómo está organizado el texto, será más fácil recuperar la imagen de esos marcadores en los márgenes. Lo mismo ocurre con los diferentes tipos de líneas utilizadas para hacer el subrayado. Emplearemos también la misma jerarquía a la hora de hacer las síntesis, respetando el orden de colocación: primero se escribe el primer marcador, se continua con la idea principal, con la secundaria, etc.; después pasamos a describir el segundo marcador y así sucesivamente.
Los marcadores nos ayudan a organizar el texto sin todavía tener que subrayar nada. Cuanto más expertos nos volvamos haciendo el marcado, desarrollaremos más nuestra visión global y necesitaremos subrayar menos cantidad de texto, lo cual no significa que dejaremos información importante sin estudiar.
Fase 4. El subrayado.
Tras marcar el texto que tenemos que estudiar, del cual podremos obtener una idea global bastante organizada en un solo golpe de vista, tal y como hemos visto, ahora pasaremos a localizar las ideas principales, secundarias y adicionales correspondientes a cada uno de los marcadores, esta vez diferenciándolas con un tipo de subrayado específico. Ahora la pregunta se la haremos al marcador para saber identificar la idea principal; debemos intentar escoger el menor número de palabras posibles para cada idea, a pesar de la dificultad inicial que esto puede suponer. Cuando tengamos localizada la idea principal, le haremos la pregunta a esta para obtener la idea secundaria. Y el mismo proceso se repite para encontrar a la idea adicional. Tal y como podemos observar, se debe utilizar un tipo de subrayado diferente para señalar las ideas: un ejemplo sería una doble línea para la idea principal, una línea para la secundaria y una ondulada o discontinua para las adicionales. En cuanto a las preguntas que debemos hacer, debemos adaptarlas a la información que estamos buscando, por eso no hay una pregunta concreta y absoluta para realizar en cada caso. Si nos fijamos en el texto que hemos usado como ejemplo de marcador, gran marcador y mini marcador, las preguntas podrían ser la siguientes:
⇒Al marcador “SISTEMA EDUCATIVO”: ¿qué función tiene el sistema educativo?
⇒Al mini marcador “INCLUSIÓN”: ¿la inclusión de quiénes?
⇒Al marcador “CURRÍCULO”: ¿qué hace en el currículo?
La respuesta que obtengamos a la primera pregunta deberá ser nuestra idea principal, a esta le preguntaremos para obtener la idea secundaria y los mismo haremos para obtener la idea adicional.
Es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
⇒Puede haber más de una idea principal.
⇒Puede o no haber ideas secundarias, así como puede haber una o más ideas secundarias.
⇒Las ideas adicionales pueden o no estar presentes e, igual a lo que ocurre con las secundarias, puede haber una o más. Estas suelen referirse a ejemplos, listas de nombres…
Un ejemplo de texto marcado y subrayado sería el siguiente:
Fase 5. La síntesis.
Con los pasos anteriores, conseguiremos organizar nuestro texto de manera jerárquica y que podamos “recitarlo” simplemente con mirar este análisis tan estructurado. Después deberemos ocuparnos de hacer una buena síntesis (un esquema, un cuadro sinóptico o incluso un resumen si el texto tiene que ser acortado a la hora de memorizarlo, como veremos más adelante), para la cual nos ayudaremos de nuestro análisis del texto, empleando la misma jerarquía, las mismas palabras con las que hemos marcado y subrayado el texto (obviamente, deberemos añadir más palabras, tales como determinantes, adverbios, etc. aquellas que generalmente no se subrayarán, pero son necesarias a la hora de redactar).
Ejemplo:
Fase 6. Memorización.
Continuaremos realizando el proceso de memorización del texto. Este artículo puede ampliarse con la lectura de la siguiente entrada de nuestro blog: https://efosmasformacion.es/las-tecnicas-de-estudio-mas-relevantes-para-afrontar-una-oposicion/. Encontrarás un resumen con las técnicas de estudio más importantes a la hora de afrontar una oposición, tipos de síntesis y técnicas de memorización, entre otras.
Fase 7. Repaso.
Una vez memorizado el texto, comenzaremos con los repasos y finalizaremos el proceso de estudio con una simulación de examen. Cuando tengamos nuestros temas estudiados, los pasos que se seguirán repitiendo en el tiempo serán los repasos. En la siguiente entrada puedes encontrar información adicional sobre las técnicas más eficaces para los repasos, así como consejos e ideas para organizar y planificar los repasos, atendiendo a los estudios científicos más aceptados actualmente. Te anticipamos algo, según los estudios científicos, la técnica de repaso más eficaz es la de la evocación o tratar de recitar el texto porque supone una autoevaluación que permite detectar aquellas partes del texto que precisan ser reestudiadas. Esta es la entrada de nuestro blog: https://efosmasformacion.es/el_repaso_como_rutina_de_estudio_clave_en_las_oposiciones_lo_que_no_se_repasa_se_olvida/
Reflexiones finales: cómo enfocar este proceso en función del tipo de texto a estudiar.
Quizás te estés preguntando: ¿este procedimiento se puede aplicar a todos los textos que debe estudiar un opositor*? Imaginemos que estamos hablando de un tema de oposiciones de Educación Física (Primaria o Secundaria), que normalmente debe estar entre 2500 y 3000 palabras, que es la extensión que un opositor entrenado puede llegar a escribir en las 2 horas de la prueba (duración habitual de esta prueba). Vamos a analizar dos supuestos para adaptar este método a varias posibilidades:
- Temas ya resumidos, como los que entregamos en EFOS+FORMACIÓN, de una extensión de alrededor de 3000-3500 palabras. Este tema precisa resumir mínimamente y sobre todo personalizarlo para hacerlo propio, atendiendo a las premisas que te aporte tu “coach”: introducción y conclusión personal y atractiva, captadora de la atención y emoción del tribunal, ejemplos prácticos personales, autores diferentes, etc. En este caso, lo recomendable sería realizar los cuatro primeros pasos (lectura previa, lectura compresiva, marcado y subrayado) y como síntesis se recurriría al resumen personalizado, que sería bastante sencillo porque partimos de un texto poco extenso. Este resumen se realizaría basándonos en el análisis del texto que hemos realizado (marcado y subrayado), añadiendo o haciendo aquellas modificaciones que consideremos para hacer ese tema “nuestro”. A partir de aquí podríamos repetir el proceso de marcado y subrayado del texto producido, como paso previo a la memorización, o pasar ya directamente a la memorización, continuando con los repasos y la simulación de examen, cuando proceda.
- Temas extensos, que requieran un resumen importante antes de proceder a su memorización (pensemos en temas de 7000 palabras). En este caso, el proceso sería similar al anterior, pero en la fase de marcado, eliminaremos/tacharemos aquellos párrafos y partes, incluso apartados sí así lo consideramos, que creamos menos importantes. De esta manera, estaremos adaptando la extensión real del tema a la que podremos escribir en la prueba final (siguiendo con el ejemplo, entre 2500 y 3000 palabras).
Esta forma de estudiar hará que desarrollemos la capacidad de poder retener de manera global para, posteriormente, ir entrando en los detalles. Así mismo, llevaremos a cabo un procedimiento dinámico, que puede llegar a ser incluso divertido, puesto que debemos seguir diferentes pasos, identificar elementos distintos… y todo de una manera ordenada jerárquicamente.
Debemos tener presente un principio clave en el proceso de estudio y memorización: no debes caer en el estado de relajación y confort, debemos activar nuestra capacidad cognitiva todo el proceso: ¿cómo? Haciéndonos preguntas, buscando símiles de lo que estamos leyendo, buscando otros ejemplos alternativos, conectando lo que ya sabemos del texto, explicando lo leído con tus palabras. Y es que los estudios dicen que “Leer por leer para estudiar / repasar no vale de mucho”.
Evidentemente, este método se aprende con la práctica, por ello en EFOS+FORMACIÓN impartimos masterclass sobre esta temática para enseñar a nuestros opositores las mejores técnicas para ayudarlos en su preparación de las oposiciones. Para ello, contamos con la inestimable colaboración de Verónica López, Psicóloga y especialista en técnicas de estudio (@verolb84).
¿Te atreves a probar este método de estudio?
Tenemos dos lemas que podemos plantear a modo de conclusión:
Haz de tu pasión tu profesión. |
No digo que vaya a ser fácil, pero sin duda merecerá la pena. |
* A lo largo de esta entrada se han utilizado formas lingüísticas tales como alumnos, compañeros o profesores aludiendo a ambos géneros, tal y como establece la RAE. El proyecto EFOS+FORMACIÓN se distingue por ser inclusivo y respetuoso con la diversidad de identidad de género de nuestra comunidad de lectores.
Muchas gracias
Muchas gracias Carmen por tu comentario